Y a alabar la poesía de Charles Baudelaire, a quien incluso nombra "un dios, el rey de los poetas". En sus cartas enviadas a Demeny el 15 de mayo de 1871 y a Izambard el 13 de mayo del mismo año, llamadas popularmente Cartas del vidente, expone finalmente su famosa teoría sobre la poesía bajo su lema "Yo es otro". En ésta indica que el poeta debe hacerse "vidente", y que la única forma de lograrlo es por un "largo, inmenso y racional desarreglo de todos los sentidos". Según Rimbaud, el poeta debe vivirlo todo, sufrirlo todo, para así poder convertirse en un "alquimista" de las palabras y hallar la perfección máxima en la poesía. La carta que le envió a Izambard fue de hecho el detonante para que su amistad acabara, creyendo Izambard que el enigmático poema que usaba Rimbaud para exponer su punto, El corazón atormentado, era sólo una burla incomprensible.