En el viento suelta sus falanges delicadas y desquicia al camino perdido
irrumpe la idea de un pasado, de uno soñado con la falsa y elegante faceta
soy testigo de su sonrisa inconsciente, de su cruce entre cosmovisiones
puedo ser jaula, la contradicción viaja de noche, lastima faunas y floras
y me consume, en su intento de verse real, me aflige con su invitación
solo queda en la mesa color veneno, cerca del retrato de su día favorito
Un libro marcado, un algodón.
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