Recuerdo haber visto el derrumbe de la catedral acompañado por Franco. No fue un día tranquilo como todos, porque la tranquilidad es inigualable y reconocible. Simplemente todos sabíamos que los cuervos rodeaban los árboles del cementerio que irónicamente quedaba enfrente a la institución y que nunca había sucedido algo así en la historia de la ciudad. No hable con Lucia esta mañana y me sentía mal. Porque la amo tanto que simplemente por ella vine a ver este derrumbe, porque ella ama ver caer. Después de suspirar varias veces y volar mi vista, la vi. Corrí gritando lucia, pero el derrumbe se inicio y ella nunca me escuchó. Y nunca mas nadie me escucho decir su nombre, ni siquiera el nombre en si, Lucia, nunca mas dije esa palabra. La Catedral se reconstruyo dos años después, con unos vitrales regalados por una fundación cuyo nombre no conozco. Fui a la inauguración y recordé cuando la vi por última vez. Llovía fuerte y las nubes borroneaban mis recuerdos. Cuando termino la ceremonia, la vi suspirando y volando su vista, hasta que me vio. Corrió hacia mí gritando mi nombre y nunca más lo pronuncio. Pero a diferencia de ella, yo si la escuche. Me acerque a ella y la bese, la lluvia ceso y pude decir su nombre, así como ella pudo decir el mío.
Muy Cortázar. Me gusta.
Soy así, las cosas me las guardo, no me gusta que las personas sepan demasiado de mi porque eso me hace vulnerable. Y me gusta llorar, eh, pero por cosas que valen la pena. Este año lloré mas que en todo el resto de mi vida. Y me hizo bien, pero ya está, me cansé de llorar.
Te quiero Emi, y no te lo digo porque me acompañaste a abbey road. Bueno, si, lo digo por eso. Me debés plata gil