mon ame.

Y caen las cejas de mis parpados pesados, como inundan mis venas la sangre que siempre derramas, que siempre admiras con tus pupilas dilatadas. ¿Tan así es? Que simple es todo, todos. Hace años que no llueve, días que no me tenes en mente, segundos que voy a guardar para que cuando te sienta cerca, revuelva con mi muñeca tu tempo. Gira y gira en tu mismo lugar, blanco y negro, tricolor. Violá, voilà, vue-la. Quien quiere que sea, será. Así llueve en la montaña, donde mis dedos, mis molares y mis ojos vuelan hacia los más recónditos placeres estelares, donde veo lo que vos no ves ni veras, por más que pienses que si lo haces, tiempo atras, ¿Que tan cerca podes llegar a mi sin perder tus logias?

Ven a por mi, en rededor, no obstante, il touche mon âme.

Amo amo, escribir paranoias.