Sigilo.

No hacen falta los escudos.

Verás, no puedo explicarte

Cuan listo estoy para partir

Prométeme, amor, no olvidar.

Que al mojar tus ojos en lluvia

Estos días tristes volverán.

O volveré yo a reprocharte

Que me devuelvas mis anillos;

Noches de lunas invisibles.

Y perdonar aun tu silencio

Y perderte mientras las nubes

caen en vos mil veces más.