Triadas sumisas.


No encuentro palabras, desde que comencé de a poco a conocerte, las perdi.. las siento perdidas, las busco en el ropero, en el fuego de la alfombra, en el salón, en las nubes de sueños, en la seda de tus ojos, en mis manos, en mis cajones y en mis bolsillos.. pero no las encuentro. ¿Y como hago yo para entender qué sucede? Quiero decirte lo que pienso, pero no tengo palabras, no tengo las necesarias para que cuando lo diga se convierta en un momento adornado por ellas, con palabras justas, ¿pero quien podria escribir semejante libreto? Quiero hallarte caminando y caminar junto a vos, para liberarme con palabras. Palabras que te quieren y me quieren con vos, palabras que nos encuentran caminando juntos y no quieren otra cosa, quizás pretenden mucho mas. Y mientras las busco estoy abrigado por esta maravilla que es tener que decirte algo. Porque cuando te hablo el tiempo es un secreto entre los dos y el piso se mueve estruendosamente, como si mil terremotos inundaran mi equilibrio, como si simplemente tuvieras el poder de ejecutarme. Somos como hojas de otoño, que se encuentran en una ocasión, perfectas cada año. O quizás, no sucede nada y soy solo un simple pintor con mucho lienzo donde explayarse.

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Podría ser perfecto. Me gustaría llevar rosas en mi mochila, viajar con ellas y sorprenderte. Cada vez de manera distinta, de maneras mas creativas o simples. ¿Pero como sorprenderte a vos, estrella lejana que solo me escuchas por la noche y luego te borroneas por la claridad? Un arma en la mesa de la cocina, colores, siempre colores expresados en las paredes y en la piel de la gente que no tiene alma. La gente que no tiene alma hasta que me pide la hora, hasta que me pide el boleto del colectivo, hasta que de la nada me cuenta que soy el indicado para salvarla y atribuirle un alma. Y cada tanto, previo al encierro, aparece un alma que no cree yo. Aparece una mujer simple o complicada, de cualquier forma que me enamora incluso antes de cruzar palabra. Yo no elijo esas almas, se elijen solas. Y me gustaría anclarme en una de ellas quien sabe por que motivo. ¿Sera que estas mujeres tienen verdades?. Lo único que importa es saber que si llego a tocarlas, mis ojos dejaran de ver a las demás.

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Primero es un gran sacudón, un stop total de mi cuerpo. Mente en blanco, habitación en blanco, mundo en blanco y vos sos un arcoiris, un motor eterno de inspiración y nubes, de calor y compania. Es normal ver miles de cosas aunque tenga los ojos cerrados. ¡Y que maravillas brotan de tu dibujo a mi lado! ¡Indescriptibles asuntos sueltos en mi imaginacion! Pero no tiene nada que ver conmigo, sos vos y tu bella forma de ver que me atraen infinitamente hacia eso que llaman enamorarse.