Uno de esos días empieza a nevar, creo que ya nada sucede por que si. Me imaginaba solo siempre, me imaginaba recalentando comida en un departamento solo, con una maquina de escribir y una repisa con más libros que cuadros de momentos alegres. Uno nunca se da cuenta lo rápido que las cosas podrían cambiar radicalmente.
Soplas despacio y se forma una grande, sin embargo vuela rápido. No sabe que pensar, si pensar en formas de hablar, dibujos fonéticos, cantos sobre lo que lo que el otro trata de pintarse en la cara.
Y el mago blanco me cuenta sobre sus perezas y sus depresiones. Supongo que dentro de él hay fragmentos.
Él empieza un beso que ella termina en un "te amo".
Te abrazo, y con un abrazo lloro, porque estoy feliz de poder volcarme en tu boca, porque puedo ver por las noches tus sonrisas secretas, esas que haces en la habitación a oscuras mientras me ves inundarte y son solo mias, te aprieto fuerte, te hago sentir cosquillas niqueladas, te veo suelta en una nube ficticia, te siento volar, me vuelvo a verte, a encarcelarte en mariposas y verdes hojas, a enredar tu cuello con mis labios que no te dejan respirar, a mover mis manos con las tuyas por todo el resto del cuadro, a bailar mis ojos por tu cuerpo, que es hermoso e increible, que aun teniendolo sobre mi no lo entiendo, no comprendo como puede estar allí, tan invalorable y sobre mi. Puedo oirte suspirar y verter tu respiración en mi cara, ¿Puedo morir asi? Dejame.. por favor.. no quiero nada más.
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