I miss you.

Él, que no entiende la movilidad de las cosas y se pierde en las hojas de los arboles de la vereda. Atraviesa las noches febriles y fallece múltiples veces, solo para buscar otra boca por donde suspirar. Lo peor es el olor, Doctor. Siento su olor impregnado, siento su aroma, recuerdan las veces que lo he respirado, hasta que mis pulmones se abisman de ellos, hasta caer dormido por semejante anestesia.

Me incendio lectores, me incendio como nunca y ya no se que respirar..