Revela el rollo de fotos viejas en la tienda, nieve afuera, nieve adentro. —Es temporal —se repite una y otra vez. Todo lo es, incluso aquella pequeña alegría que me daba charlar con la estatua viviente de la catedral que queda cerca de Wales. ¿Hace frió verdad? y caía una y otra vez sobre las largas horas que tardaba su cuerpo en explotar en el sueño. Como podría saber que el suelo es solo un pequeño limite; ramas secas y solo, como siempre, en la estación de tren. Solo, en la estación de bus. Necesitaba alejarlos a todos y sentirme un poco solo, al borde de un risco. Necesito descansar, me ha costado mucho perder la paciencia, no hay más sabanas y quiero dormir. Una gran mariposa se ha posado en mi muñeca, extraño la magia Melinda. Puedo ser mucho más, fui mucho más. Nada ya me importa, camina ciego en la calle, buscando solamente volver a ver en algo, en alguien, un poco de esa magia. Porque si nadie me la da, tarde o temprano va a asesinar, tarde o temprano va a desligarse de hilos más gruesos que la amistad, o peor. Quisiera que fuera un día naranja, como esos donde luego de llover sale el arcoiris pero el cielo queda anaranjado, un naranja hermoso. Preferiría avisar, despedirme. Ellos se han ocupado mucho de mi. Clous va a cambiar de anteojos, ¿Que sucede si al cambiarlos, cambia él también? Ellos se han ocupado mucho de mí.
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