Quien sabe.

Vio a su padre viajar
hacia parajes lejanos
hundir sus ojos en su alma
y predicar su bienestar
más equivocado estaba,
muerto estuvo en meses.

Vio a su madre llorar
perder su vida y razón
olvidar sus manos
repletas de sangre y amor.

Es aquí, buen Euglesio,
donde mueres de angustia.
Hijo eres del sol.

-

Escuchó a un hombre decir
que la vida es noble si uno es bueno.
Más intento volver de si un buen niño,
se encontró mal recompensado.
Decidió así Euglesio,
olvidar el mundo dado.

Estaba su mente inundada
en el lago del parque añejo
junto a la sentimental Clara;
vio en sus ojos fiel amiga.

Ves aqui en mi mano
la daga que busca mi pecho
pido ayuda en ti.

-

Fue Muriel quien vio
lo acontecido esa tarde.
Sangre corrió de Euglesio
a manos de Clarisa.
Muerto está.

Obsesión invicta
la de la pequeña
quien salto al cuello
de la noble amiga.

Más le dio muerte,
con sus pequeñas manos.
Soy testigo.

-

Años más tarde
procesada fué Muriel.
Solo la horca
puede limpiar
su alma de dios.

Brilla aun el retrato
del padre de Euglesio
en los ojos de su madre.
Quien estará sola
hasta sus últimos días.