una mariposa morirá sobre mis libros
los libros del hombre que lo tiene todo planeado.
simétricamente los quema, los unta en ambar
con luces y cucharadas de sueños.
él hombre escribe con las yemas de los dedos
los delirios de una monja aterrada.
Si cada gota fuera celo
sus libros serian una gran carta de amor
llevadas a cabo para un solo destinatario.
¿Pero como puede escribir para una muerta?
¿Cual es el fin de las ilusiones?
El cerco quedo abierto
para los derramamientos de madrugada
el sol despertara los girasoles
como el viento tramará las vias de la iluminacion
los primeros instantes del despertar
donde se escuchan los aullidos del reloj
no se puede saber cuan profundas seran las puñaladas
no podemos saber nada de él aun en ese estado
no podemos aceptar semejante cantidad por un funeral
no puedo dejar de recordarlo
no puedo comprender el destino
no lo entiendo, el dolor sigue atrayendo al vacio
no queda tiempo para sobrevivir
no queda tiempo, solo espacio.
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