Camisas nuevas.


— No esta mal, a veces no puedo pensar con claridad.
— ¿Te gusta esa chica?.
— Me gusta, ¿que tiene de malo?
— Nada, nada. Por que es un problema no depender de la ilusión, sin embargo a veces te puede doler. Alguna noche te va a despertar con un café y mirando para abajo, moviendo los pies, intentando decirte algo.
— ¿Qué me va a querer decir?
— No lo se, ella no te busca, pero piensa en vos como en un valioso lemon pie en una tierna mañana de Saturno, a vos te abre los ojos con diamantes decididos, con lamentos valiosos y rompe con los estatutos. No es amor, no es ni odio ni sentimiento, es una condición eterna. Esa atracción que simboliza el tiempo, la ideal estructura.
—  Vos no sabes lo que siento.
—  Lo único que se es que las atracciones tienen una expectación, que un día se va a quebrar en tantas partecitas y no vas a saber como lidiar con tu vida, vas a terminar con las manos llenas de pulpa y semillas. Pero me tenés que entender algo Emiliano, el olor a limón uno no se lo saca más de las manos.