Aparecería por la mañana desnuda,
cálida intemperie deliciosa que se detiene frente al espejo y pregunta
de los otros es que son justo lo contrario,
en dos monstruos campanarios, la incomodidad muda, el secreto de las flores ventanales,
se fumaria los lunares de su espalda y recorrería el camino hacia las verdades de su vientre.
El espejo tose,
los dioses estan dentro de mi,
seré el que la desgracia traiga.
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